Photomeetings Luxemburgo 2018
Las imágenes que forman parte de la exposición “Agua” han sido obtenidas por Isabel Muñoz en 2016 y 2017 bajo las aguas mediterráneas y en distintos mares del Japón. En sus propias palabras “Inicié este proyecto atraída por la belleza de los entornos marinos y como llamada de atención ante los peligros que amenazan su supervivencia.
El mar nos lo da todo sin pedirnos nada a cambio. Damos por sentado que su riqueza es inagotable, que puede con nuestros descuidos, nuestra falta de previsión, nuestros excesos.
Pero las cosas no son así. ¿Qué vamos a dejar a nuestros hijos y nietos si no somos capaces de cuidar de sus tesoros, si seguimos echando al mar plásticos que son trampas mortales para las especies que lo habitan, si continuamos vertiendo residuos que pondrán fin a la biodiversidad marina si no reaccionamos a tiempo?”
Todas las obras expuestas en “Agua” son platinotipias. Aunque son difíciles de crear y su coste es alto, las impresiones en platino constituyen una de las expresiones más ilustres del arte fotográfico. Su belleza y permanencia hacen que la platinotipia sea una pequeña joya para los amantes de la fotografía y, cómo no, para coleccionistas e inversores. Estas copias se caracterizan por su amplia rendición de tonos, que parte del negro cálido y se expande en una amplia gama de matices grises, con una reproducción de luces especialmente sutil. Isabel Muñoz está considerada como una de las grandes expertas internacionales de la platinotipia. Tras más de una década de investigación, Isabel ha logrado incluir el color en este proceso, lo que constituye un punto de inflexión en la historia de la fotografía.
Durante más de cuarenta años, Isabel Muñoz ha recorrido el mundo con su cámara retratando los sentimientos del ser humano en su estado más puro, en su intimidad más recóndita. Desde la dignidad de las tribus primitivas hasta el desconsuelo de las cárceles; desde la sensualidad de la danza hasta la denuncia de la opresión; desde el éxtasis que supera el dolor lacerante hasta el dolor que ya no podrá ser superado. La autora catalana ha fotografiado casi todos los sentimientos y emociones que alberga la especie humana, incluso aquellos de nuestros ancestros, los primates, cuyos gestos forman parte de nuestros genes desde hace millones de años.
En 2016 Isabel Muñoz fue reconocida con el Premio Nacional de Fotografía, habiendo obtenido anteriormente premios tan prestigiosos como el World Press Photo 1999 y 2004, el Bartolomé Ross, Unicef España, Medalla de oro al mérito de las Bellas Artes en 2009, Comunidad de Madrid, etc. Sus imágenes forman parte de las más importantes colecciones públicas y privadas de todo el mundo.(Blanca Berlín press-release)